Algunos días nos separan ya del Martes Santo. Ha dado tiempo de reflexionar y de pensar en todo lo acontecido antes, durante y tras el Vía-Crucis del Cristo del Perdón. Es tiempo pues, sobre todo, para dar gracias.
Gracias a nuestro Cristo por escogernos un año más a nosotros, sus hermanos, para acompañarle por las calles de Almería llevando su mensaje.
Gracias a nuestro Consiliario por estar ahí. Lo hemos sentido más cerca que nunca.
Gracias a todos y cada uno de los hermanos y hermanas del Cristo del Perdón, que con su silencio y compostura volvieron a dar sentido a tantas horas de trabajo. A todos sin excepción, a quienes portaban faroles de fila, a los que llevaron cualquier enser. A los niños, de los que tanto tenemos que aprender los demás hermanos. A los costaleros y costaleras que tienen el privilegio de llevar sobre sus hombros a nuestro querido Cristo. A los hermanos de la banda por su esfuerzo. A quienes con su sudadera negra y su medalla velan por que todo transcurra con normalidad desde las aceras.
Gracias a nuestros hermanos macarenos, con su Hermano Mayor a la cabeza, por su esencial colaboración y cariño.
Gracias a la Policía Local por su esmero y preocupación.
Gracias a los medios de comunicación que nos siguen ayudando a llevar a los hogares el sentir del Martes Santo.
Gracias a todos los que nos contemplaron esa noche. Para ellos, los y las que dejan pequeña Almería cada año, es siempre nuestro silencio y nuestra penitencia.
¡¡GRACIAS!!
Alfredo Casas
Hermano Mayor - Presidente
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