La Voz de Almería se hacía eco hace unos días de una triste noticia. La que siempre será considerada como "nuestra casa" el lugar donde se bendijo nuestro Cristo del Perdón, donde vivimos emotivas noches de Quinario, donde la Fiesta tenía una luz diferente..., la Iglesia de la Compañía de María cierra sus puertas.
Ese templo tenía algo especial. Lo pudimos comprobar el pasado Martes Santo cuando el Cristo del Perdón se giró para mirar aquellas columnas que durante unos años le escoltaban. Fue uno de los momentos más emocionantes del último Vía-Crucis, ver la Iglesia completamente iluminada, como cuando Él llegó un mes de abril de 1.984, como cuando nuestra querida Madre Francisca nos abrió sus puertas.
Ahora ya nadie podrá comprobar la belleza de su retablo. Ahora dicen que se convertirá en hotel. Una mala noticia. No estamos como para ir perdiendo espacios de culto de la magnitud de éste.
Mientras llegue ese momento, mientras que aunque con las puertas cerradas siga siendo la Iglesia que fue, cada Martes Santo el Perdón parará y daremos la oportunidad a miles de almerienses de rezar con olor a incienso.
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