Seguimos con el diario del pasado Martes Santo.
Una vez listos los bocadillos, la agenda señalaba otro momento especial del día: la llegada de nuestros hermanos de la banda.
Los "esclavos del bombo" llegaron puntuales y a mediodía ya estaban tensando los parches y colocando las galas, para posteriormente hacer un pequeño ensayo en la misma calle de las cruces. Algún que otro hermano se animó a dar un mazazo.
Y tras marcar los primeros ritmos del Martes Santo, la banda, junto con una representación de la Junta Directiva tuvieron un momento para intercambiar opiniones en la tradicional comida previa al Vía-Crucis. Hubo incluso momento para los discursos, y los nuevos componentes de "los esclavos" comentaron con mucho sentimiento lo que significaba para ellos participar en nuestra procesión.
Nuestro Hermano Mayor agradeció a todos su disponibilidad para con nuestra Hermandad y entregó a cada uno un recuerdo de ese día.
Ya por la tarde, llegó otro momento especial. Este año se recuperó una antigua tradición y la banda, con sus componentes revestidos con la túnica e interpretando sus toques rápidos, recogió al Hermano Mayor en su casa, para juntos dirigirse a la SAFA donde los hermanos estaban concentrados.
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