Hoy Martes Santo, el Perdón se hace grande. Hoy Martes Santo, las calles de Almería reciben al Perdón. Llénate de EL. Recíbelo tú personalmente. Transmítelo y da tu Perdón. Hoy nos llama el PERDÓN ¿sabrás acudir a su llamada?.
Hoy las calles de Almería callarán al paso de un crucificado. Estaréis en silencio y en oración con la llegada del Perdón. Silencio que nos ayuda a reflexionar y a meditar sobre el mundo, sobre nuestras vidas, sobre nosotros mismos. Silencio que no puede callar lo que hoy Cristo os quiere pedir: PERDÓN. El amor de Cristo se hace más grande, se hace inmenso al pedir PERDÓN, al protegernos de todo mal con su PERDÓN. El lo pidió por nosotros, pero ¿y nosotros? ¿somos capaces de pedirlo?, ¿de asumir nuestros fallos y errores?, ¿de sentirnos pecadores?. Hoy el Cristo del PERDÓN nos habla como todos los Martes Santos; nos busca. Y es que hoy no buscáis al PERDÓN, no, EL os busca a vosotros; sale a vuestro encuentro; quiere mirar a su pueblo, a su gente. Quiere estar con vosotros, con sus hermanos, con sus fieles, con el que sin creer en EL hoy se acerca a EL, para sentir algo que necesita sentir. Hoy su mensaje es claro, es para tí que nos lees, para tí que nos escuchas, para tí que no sabes en qué creer:
¡PODEMOS SER HOMBRES Y MUJERES NUEVOS!
Hoy Cristo te ofrece la oportunidad del Perdón. Dios nos da esta oportunidad ,el pasar de un ser viejo a un ser nuevo. Cristo hoy vive, podemos hacer el bien ,podemos hacer mucho bien. Entrega PERDÓN por el bien ,¿por qué no?, ¿nunca te los has planteado?. Somos pecadores, somos imperfectos, pero podemos seguir a Cristo hoy, gracias a la oportunidad que te da el PERDÓN.
Hoy también podemos ser mejores, mira al Cristo del PERDÓN, acompáñalo. EL nos dice que además del PERDÓN tenemos la posibilidad de ser mejores, de querernos, de seguir a DIOS. Hoy te invitamos a que experimentes el PERDÓN para seguir caminando. Que camines con nosotros para llegar a la meta de la PAZ. Pero hoy además de fijarte en la maravillosa meta de la PAZ fíjate también en el camino. Fíjate en el paso del PERDÓN ,en su vía-crucis junto a tí. Pero mañana fíjate en el camino del día a día para llegar al PERDÓN. La experiencia del PERDÓN es importante, necesaria, pero más es el caminar hasta llegar a ella. Perdonar a los demás, a los que nos ofenden, a los que nos humillan, vivir hoy la experiencia más bonita y única que Dios nos da y ofrece: la del PERDÓN.
Y no sólo saber perdonar sino también pedir, hoy más que nunca pedir PERDÓN, por tantas cosas, por tantos motivos a tantas personas. Perdón por humillarte, por no escucharte. Perdón por callarme y no defenderte, perdón por no mirarte ni ayudarte, perdón por aislarte, por no visitarte, perdón por no entender tus diferencias, perdón por ser diferente, perdón por no recibir ni querer tu perdón...PERDÓN por no amarte como un hermano. Hoy nos sabemos perdonados por DIOS pero ¿por qué no lo demuestras y lo experimentas?
Hoy miráis y seguís a Cristo que en su último momento, hundido como hombre pero grande como DIOS nos perdonó a todos sin excepción. Esta sí que es prueba de un amor auténtico.
Hoy también todos somos capaces de perdonar y de ser perdonados. Si lo hizo Cristo ¿por qué no nosotros?. Pero para ello tenemos que vivirlo y experimentarlo y hoy Martes Santo es un buen momento. El PERDÓN es un cara a cara con Dios , ábrele tu corazón y lo limpiará. Pero como humanos necesitamos experimentar muchas veces del PERDÓN. No lo dejes sólo para el Martes Santo. Llévalo presente cada día de tu vida, es la oportunidad que te da Dios para vivir en paz con tu hermano, aprovéchala.
RECIBE EL PERDÓN, DA TU PERDÓN Y BUSCALO DÍA A DÍA.
Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.» Juan 8,7
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